Historia de egos
- yoescriboporti
- 22 oct 2015
- 1 Min. de lectura

Hay egos gigantes que, cuando hablan, se suben sobre sí mismos para coger aire y se hinchan.
Entonces, ya inflados, aún son más grandes.
Al verse tan altos piensan que allí abajo no se les oye, así que gritan y repiten su discurso de yo, yo, yo y yo.
En un momento determinado, sus propios gases les hacen volar y flotan, flotan y comienzan a alejarse, alto, alto, mientras el resto, el público, habla entre sí, sin mirarles porque a todos les ha empezado a doler el cuello.
Los egos, en ese momento, explotan.
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